Cuando se estudian los Chakras, normalmente no se contempla un aspecto que a mí me ha ayudado mucho para entender su complejidad y que seguidamente os comparto.
En los comienzos de mi práctica del Yoga, los conocimientos que solían estar disponibles en relación a estos Centros de Energía, siempre contemplaban como única vía de trabajo con ellos, la Elevación de la Energía para conectar con nuestro Ser y el Infinito, lo que más adelante descubrí que a este proceso se le denomina la CORRIENTE LIBERADORA hacia la iluminación. Un aspecto que se dirige más hacia la TRASCENDENCIA.
Sin embargo, lo largo de los últimos años, y conforme me he ido adentrando en la Sabiduría de lo Femenino, he descubierto y estudiado la llamada CORRIENTE MANIFESTADORA, que es mucho menos conocida pero igual de importante. Esta corriente se dirige más hacia la INMANENCIA.
Me voy a explicar brevemente:
Según yo lo he entendido, existen dos poderosas Fuerzas Evolutivas que trabajan al mismo tiempo: una que desciende desde los planos sutiles a la realidad material y otra que asciende desde la realidad material hacia los planos sutiles. Y cuando los Chakras están alineados, permiten que las energías fluyan adecuadamente en sus DOS CORRIENTES, porque ambas han de expresarse:
La Liberadora: que es la Ascendente y conecta la Materia con el Espíritu. Es la corriente que se dirige hacia la Trascendencia.
La Manifestadora: que es la Descendente y conecta al Espíritu con la Materia. Es la corriente que se dirige hacia la Inmanencia.
La mayoría de los tratados sobre el estudio de los Chakras están enfocados en desarrollar la Corriente Liberadora, es decir, trabajar de abajo hacia arriba para conseguir la liberación de este mundo. Y es una maravillosa vía de exploración, pero incompleta, desde el punto de vista humano. Mientras vivimos en este mundo, la Corriente Manifestadora ha de estar también activa porque si no, no seremos capaces de crear ni disfrutar de una vida plena.
Ahora bien, también he observado que, aunque ambas corrientes han de estar activas, a lo largo de la vida, vamos poniendo más atención a una u otra corriente dependiendo del momento en el que nos encontramos.
Por ejemplo: cuando estamos desarrollando la personalidad y un status social estudiando, trabajando y/o formando una familia, es natural que la CORRIENTE MANIFESTADORA esté más activa, porque nos toca crear la vida que deseamos y es muy posible que trabajar la Corriente Liberadora no forme parte de nuestras necesidades …. Sin embargo, cuando ya estamos establecidos puede ser un buen momento para poner nuestra atención en la CORRIENTE LIBERADORA, que nos conecta con el sentido de la existencia y nos ayuda a trascender lo que hemos conseguido.
Cuando observamos la Naturaleza, vemos que todos los seres vivientes crecen hacia arriba, en busca de la Luz. Y es la Corriente Liberadora la que actúa en este proceso para movernos hacía una mayor Conciencia. Pero la gravedad de la tierra, al mismo tiempo, nos arraiga en la realidad y tira de todo hacia abajo: las hojas de los árboles, las raíces de las plantas, los cimientos de una casa han de estar bien asentados en el suelo etc….
Esta es la dualidad mágica que nos mantiene vivos y en el proceso creativo y de desarrollo de la conciencia. Cuando seguimos solamente la Corriente Liberadora, podemos estar limitando o negando nuestro cuerpo y el mundo material. Y aunque nos sintamos profundamente espirituales, podemos sentirnos débiles físicamente y poco efectivas en el mundo de la realidad.
Mi filosofía es que el mundo Espiritual y el Material están íntimamente unidos y no se pueden separar el uno del otro si queremos vivir de una manera armónica y equilibrada. Y entre estas dos Corrientes Energéticas se encuentran los Chakras, que son como peldaños que comunican los reinos sutiles con la materia y por donde podemos realizar este camino de Liberación y Manifestación uniendo el cielo y la tierra.
Gelong-Ma Carmen Paz